El cultivo El cultivo del calçot es bianual: primero se obtiene del bulbo de la cebolla a partir de la plantación de semillas (hacer plantel en invierno, transplantar en primavera, recoger los bulbos en verano) . El segundo año, con la plantación de dicho bulbo se obtiene su brote, el calçot. A la hora de plantar el bulbo, hay quien corta la parte superior para que los brotes salgan más separados. A medida que los brotes van saliendo se van “calzando” (cubrir con tierra la base del brote) para que quede blanca la parte comestible. Sus propiedades nutritivas son iguales a las de la cebolla, tiene un amplio contenido de vitaminas y minerales. También se le atribuyen propiedades dieuréticas, tonificantes, digestivas y afrodisíacas. En el caso de los calçots parece que contienen algunos agentes anticancerígenos. Lo más habitual y cómodo para aquellos que quieran plantar calçots es comprar los bulbos y evitar la primera fase del cultivo. Se recomienda plantarlos entre agosto y octubre (según la zona), colocando los bulbos alineados, separados entre ellos entre 30 y 40cm. Su plantación no debe ser muy profunda (a penas unos centímetros). Es necesario calzarlos de 3 a 4 veces hasta el momento de su recolección, para asegurarse un tallo largo, blanco y tierno. |
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